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Papus
La fecunda semilla sembrada por Eliphas Levi no germinaría ni se desarrollaría con esplendor hasta el instante en que Papus, Stanislas de Guaita y Chaboseau hicieran recordar la Iniciación Martinista de Martines de Pascually y Louis Claude de Saint-Martin, impulsando de esta manera el gran renacimiento médium de 1885.
Es Papus quien empieza la serie de piezas maestras de este fecundo periodo del ocultismo moderno; en 1889 nos dona su magistral Tarot de los Bohemios que contiene y desarrolla lo que considera las auténticas claves del Tarot.
Aun cuando en 1909 publica El tarot Adivinatorio en el que aplica el Tarot a la cartomancia erudita, basta y sobra con su primer libro para penetrar en los secretos y fundamentos del Tarot, y ningún otro de cuantos se han publicado después llegará a superar en méritos a dicha obra.
Verdaderamente, «Papus»» es el seudónimo bajo el que se oculta el doctor Gerard-Anaclet-Vicent Encause, natural de A Coruña el 13 de julio de 1865 de padre francés -el químico Louis Encause- y de madre de España (de Valladolid).
Cuando Gerard apenas contaba 4 años, la familia Encause se trasladó a París, en cuya Capacitad de Medicina empezaría más tarde sus estudios consiguiendo doctorarse en 1894.
A pesar de ser considerado un excelente médico externo, abandonó la preparación del internado para consagrarse al estudio del ocultismo, al que llegaría a dedicar unas doscientas sesenta obras, todas firmadas con el nombre de Papus (que significa «el médico de la hora primera» conforme el Nuctamerón de Apolonio de Tyana).
Dotado de una actividad increíble y de un entusiasmo inalterable, llegó a ser considerado «el Balzac del ocultismo», lo que no es exagerado si se tiene presente que además de su grande bibliografía todavía tuvo tiempo para fundar dos revistas, La Iniciación y El Velo de Isis, un Conjunto Independiente de Estudios Esotéricos y una Capacitad de Ciencias Herméticas.
También fue reorganizador y presidente del Supremo Consejo de la Orden Martinista; miembro y después presidente de la Orden Cabalística de la Rosacruz; presidente de la Sociedad Magnética de Francia; y aparte de todo esto, todavía le quedó tiempo para visitar la India, Palestina y múltiples países europeos.
En El tarot de los Bohemios, Papus emplea los grabados de Oswald Wirth dibujados y publicados en 1889 bajo el título de El Tarot Cabalístico, del que se efectuó una tirada limitada a trescientos cincuenta ejemplares.
Sus comentarios se basan en las indicaciones de Eliphas Levi, que desarrolló con tal amplitud en el aspecto cabalístico y numerológico, que es imposible resumirlo en unas pocas líneas, haciendo imprescindible el estudio de dicha obra.
En El tarot Adivinatorio, aparte de la aplicación del Tarot a la cartomancia erudita, añade setenta nuevas láminas fuera de texto dibujadas por Gabriel Goudinat, en las que los misterios mayores se ven meridianamente influidos por los dibujos de Falconnier, y los misterios menores por los de Etteilla.
Dejando aparte su vida aventurera, concluiremos con Papus diciendo que al iniciarse la primera guerra mundial partió al frente como cirujano mayor del ejército francés, dedicándose con tal empeño a su humanitaria labor que, agotado y destruido prácticamente en lo físico, hubo de ser evacuado a la retaguardia donde fue hospitalizado para restablecerle a la vida civil.
Pero ya era demasiado tarde; el 25 de octubre de mil novecientos dieciséis, al realizar una visita al hospital, cayó al suelo en el mismo umbral fulminado por una grave enfermedad pulmonar, falleciendo allí mismo.