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Nos encontramos ante una de las cartas más bellas, enigmáticas y ricas en símbolos del Tarot, especialmente en la versión de Rider-Waite.
Una mujer, aún hermosa, pero madura, aparece sentada entre dos columnas, una blanca y otra negra, con las iniciales B y J; estas dos columnas son Boaz y Jakin, las dos columnas del porche del templo de Salomón.
Boaz representa la fuerza y Jakin la justicia; son los dos principios, activo y pasivo, que forman el conocimiento. La Masonería adoptó estos dos nombres y su simbología para sus rituales.
La Suma Sacerdotisa del Tarot (también conocida como Papisa en el Tarot de Marsella), que posee el conocimiento, se ve flanqueada por sus dos principios. A la vez, las columnas, como tales, representan las puertas de un nuevo mundo. De acuerdo a la Biblia, (I Reyes 7, 15-22) Salomón decora el pórtico también con granadas., las mismas que vemos detrás de La Suma Sacerdotisa, estampadas en un velo, símbolo de pureza.
Las granadas son símbolo de lo imperecedero, al igual que las palmas (que también son símbolo de virginidad y victoria; a las vírgenes solía enterrárselas con una palma).
Significado de La Suma Sacerdotisa en el Tarot
La virginidad de La Suma Sacerdotisa, más que un símbolo de pureza sexual, es un símbolo de conocimiento espiritual, alejado de lo carnal.
Otros autores de Tarot han preferido representar a La Sacerdotisa embarazada, sobre todo los que la denominan la Papisa, por influencia de la leyenda de la papisa Juana (mujer vestida de hombre que fue elegida papa, y descubierta al quedar embarazada).
Pero en ese caso no es solo la leyenda lo que se refleja, sino también la sabiduría como fértil engendradora del universo.
Detrás del velo y las columnas podemos entrever un mar azul: el agua, de donde al parecer proviene toda vida, es símbolo de la creación, y en psicología representa el inconsciente. Podemos imaginar que La Sacerdotisa del Tarot guarda los secretos tanto del mundo externo (la vida, el origen de todo) como del interno (la mente humana).
La Sacerdotisa luce en su cabeza una tiara que representa las tres fases visibles de la Luna (menguante, llena, creciente) que para los antiguos adoradores de la Diosa eran los tres aspectos de la divinidad (Doncella, Madre, Anciana),y de la vida de una mujer. Esta tiara representa a la vez la coronación de la sabiduría como divina y la simbología de la luna, o el conocimiento receptivo, fértil y reflexivo, frente a cartas más solares como el Mago, más activas y agresivas. De ahí también el predominio de colores azules y blancos frente al amarillo de las cartas anteriores.
La Sacerdotisa, cubierta con una túnica y un manto, está protegida del mundo exterior para interiorizar en si misma. La cruz blanca de su pecho es la cruz de San Andrés, con todos los brazos iguales; esta cruz es símbolo de sufrimiento, humildad y heroísmo y se usaba como condecoración para los caudillos invictos.
Nos recuerda que alcanzar la sabiduría que nos acerca a lo divino conlleva sufrimiento y valor. En la mano sostiene la Tora o Torah, la ley hebrea, que representa la sabiduría como dadora de leyes y a la vez como disciplina. A la vez, como libro o pergamino, representa la revelación de los secretos del mundo.
Su pie izquierdo está pisando la luna creciente, lo cual inmediatamente nos recuerda la imagen del libro del Apocalipsis: «Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. Estaba encinta y las angustias del parto le arrancaban gemidos de dolor» (Ap 12, 1-2)
Esta imagen se asocia tradicionalmente a la Virgen María, y aunque La Sacerdotisa, como muchas simbologías de lo divino femenino, se acerca mucho a la imaginería mariana (Waite la llama “la mujer y madre espiritual”) está más cerca de la verdadera interpretación real de este texto bíblico, que representaba a la iglesia cristiana, perseguida en ese momento por Roma, que daba a luz una nueva religión.
La Sacerdotisa domina las pasiones y las tiene bajo su control; a pesar del acoso del mundo, ella triunfa sobre él.
La Sacerdotisa guarda la sabiduría que hay detrás de su velo; es la gran iniciadora, que decide quien puede acceder al conocimiento y quién no.
Normal
- Persona intuitiva que utiliza de forma segura y acertada su intuición.
- No tiene necesariamente que ser mujer, aunque es muy probable que lo sea.
- También persona sabia, generalmente mujer, que guía y orienta de forma desinteresada, muy espiritual y en contacto con lo divino.
- Si la carta representa al consultante, le indica que confíe en su intuición o que la utilice más a menudo.
Invertido
- Mujer que esclaviza a un hombre o a otra persona, por ejemplo a una amiga, por medio del chantaje emocional y atribuyéndose poderes que no tiene, o si los tiene, los usa solo para su propio beneficio.
- Puede representar a una falsa vidente o simplemente a una manipuladora psicológica.
- Si representa al consultante, le indica que está descuidando su intuición y desaprovechando sus dotes personales, posiblemente por pereza.
Claves de La Suma Sacerdotisa
El arquetipo de la hija virgen. Maestría en el planeta interno. Espacio interior. Fuerzas espirituales. Secretos. Temas todavía no revelados. Amor sin sexo. Comprensión espiritual. Capacidad psicológica. Iluminación interior. Dirección hacia lo ético. Mirarse interiormente. El subconsciente. Temas ocultos. Recuerdos viejos. Condicionamiento pasado. Los mensajes de los sueños. Influencias ignotas. Conocimiento esotérico. Sabiduría oculta. Ayuda. Consejo. Sondear las profundidades. Los aspectos invisibles del cosmos. Reflexión. El Papa en versión femenina. Meditación. Entendimiento de las verdades superiores. Continuar el curso de las cosas. Secretos no revelados. Lo ignoto. El alma. La sexualidad en feto (gestación). Misterio femenino. Lesbianismo. Acceso a conocimientos ocultos. Aprendizaje. El poder del silencio. Descubrir los misterios.
Todos los textos explicativos de esta web, están extraidos, con permiso de la autora, de la obra
“EL TAROT, LIBRO ABIERTO” de Rozonda Salas